Definitivamente esta primavera y comienzo de verano no estoy teniendo nada de suerte con la meteorología, amén de otras cuestiones como lunas llenas o circunstancias personales. Tengo alguna observación pendiente de ser incluida en el blog, pero han de esperar. La tónica dominante es que el día que pretendo montar el telescopio no hay una sola nube por la mañana, pero poco a poco estas van apareciendo y a la hora de empezar la observación está todo o casi todo el firmamento cubierto.
Estas fotos corresponden al último intento, hace tan solo dos días. Es cierto que en algunas ocasiones luego ha despejado pasadas las 12:00 de la noche, pero para mí eso ya es demasiado tarde, trabajo y familia son lo primero. Tampoco ha habido mucha suerte con las actividades de la Asociación Daimieleña de Astronomía, pues nos hemos visto obligados a cancelar mas de un evento por el mismo motivo, llegando incluso en alguno de ellos a hacer acto de presencia la lluvia. Están siendo unos meses para olvidar.
También por falta disponibilidad de tiempo en las próximas dos semanas no voy a poder a actualizar el blog, así que esperemos que para la siguiente Luna nueva pueda ir poco a poco cogiendo ritmo, eso si, si el cielo lo permite. Nada que ver con los dos años anteriores, cuando parecía que sucedía lo contrario, por la mañana nubes y a la hora de la puesta de Sol, se iba despejando y quedaba una bonita noche de verano.
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